Transar no es donar
Por Sergio
Sinay
Sobre donaciones engañosas a la sombra del coronavirus
Algunas marcas y empresas hacen donaciones en
estos días. Las hacen tanto en dinero como en productos, para colaborar en las
acciones contra el coronavirus. Y aprovechan la oportunidad para publicitarse
al divulgar esas donaciones, a través de la televisión, en primer lugar, y otros
medios (Unidos por Argentina operó como una gran vidriera en ese sentido).
Parecen “noticias”, pero es publicidad. Y, hay que decirlo, no son donaciones. Una
cosa es una donación y otra muy diferente es una transacción.
Donar es dar algo propio a cambio de nada. Donación
es desprendimiento, es ceder algo de uno mismo para bien de otro, sin la espera
de una contraprestación, sea monetaria o de cualquier tipo. Hay parentesco
entre la donación y la generosidad, aunque, como decía Aristóteles, es generoso
quien da lo que él mismo necesita, mientras en el caso de la donación lo
entregado puede o no ser algo que quien dona necesita para sí.
Si estas marcas y empresas realmente donaran, lo
harían en silencio, sin acciones publicitarias y de comunicación que las hagan
visibles. Pero lo que están haciendo es una transacción. Donar a cambio de que
se sepa, de que se haga público, de que les genere reputación y visibilidad. No
lo inventaron ahora, es parte de eso que se suele llamar RSE (Responsabilidad
Social Empresaria), un concepto bastante engañoso y discutible por lo demás. Pero
ocurre que ahora no parece ser el mejor momento para acciones de marketing
subliminal. Alguna vez hay que parar la mano, desempolvar algún valor moral y
ponerlo en práctica. No se puede transar siempre. Esta es una gran oportunidad
para donar. Donar de verdad, en silencio, pensando en el bien del otro y no en
el provecho propio.
Claro está que no se
puede pedir actitud moral a las marcas y empresas, porque ellas son
abstracciones. Pero sí a sus responsables, porque son seres reales, encarnados.
Excelente!!!!
ResponderBorrardonar a quien le falta comida artículos de belleza (probablemente sobrantes o vencidos) no es ser ético. Guiados por ese tipo de líderes vergonzosos las empresas se promocionan. Muy bien dicho señor Sinay
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