Leer, la gran experiencia humana
Por Sergio Sinay
Siempre se puede seguir aprendiendo el maravilloso arte de leer, y así lo demuestra un ensayo lúcido, ameno y riguroso de Terry Eagleton
Terry Eagleton
comienza su ensayo Cómo leer literatura
con la advertencia de que es imposible acercarse estética, política o teóricamente
a un texto literario si no se tiene un cierto grado de sensibilidad hacia el
lenguaje. Lo que sigue son 200 páginas deslumbrantes, motivadoras,
inteligentes, agudas y sabias que revelan un compromiso profundo con el arte de
leer y también con el de escribir. Miembro de la Academia Británica, Eagleton
fue profesor en las universidades de Oxford y Manchester y es reconocido hoy
como un riguroso y radical crítico cultural, cuyas áreas de estudio y expresión
incluyen la literatura, la política, la filosofía e incluso el psicoanálisis. Cuestionador
del posmodernismo, es dueño de un estilo incisivo, un lenguaje preciso y una
ironía letal, la cual aplica aún en los temas más serios y profundos.
Entre más de una
treintena de sus obras, siempre lúcidas, importa destacar Una teoría literaria, La idea de la cultura (una mirada política sobre
los conflictos culturales), La novela inglesa (una introducción), El sentido de
la vida, y la reciente Esperanza sin
optimismo, un brillante desmantelamiento del optimismo irresponsable y una
incursión profunda en los aspectos filosóficos, espirituales y teológicos de la
esperanza. La cita de estos pocos antecedentes deja en claro, eso espero, que Cómo leer literatura no es la obra de un
improvisado ni de un neófito. Y se nota.
Al proporcionar
herramientas para el estudio y la comprensión de la estructura, el estilo y los
significados de una obra literaria, Eagleton deja en claro sus gustos y
disgustos en el tema, y su vasto universo de lecturas. Jane Austen, Thomas
Hardy, Evelyn Waugh, Charles Dickens, George Orwell, Shakespeare son algunos de
los autores que lo entusiasman, y ese entusiasmo se transmite a sus lectores
(al menos a este), que, aun cuando los hayan leído, encontraran nuevos
abordajes de esos escritos. Y cuando desecha a un autor o una obra, no solo
despliega fundamentos sólidos, sino un acerado e inconfundible sarcasmo
británico.
Aun para quien
tenga muchas horas y muchas páginas de lectura encima, este ensayo es una
bienvenida y estimulante oportunidad de reaprender el ejercicio de leer. Se siente
el deseo de volver sobre ciertos textos para redescubrirlos, y al mismo tiempo
la ansiedad de ir en busca de nuevas obras para entrar en ellas con elementos
hasta ahora desconocidos. Eso en el caso de cualquiera que lee para disfrutar
de una de las más ricas y hermosas experiencias humanas. Y si, además, quien se
acerca a estas páginas tiene también la profesión, la inquietud o el hábito de
escribir, encontrará en la obra de Eagleton un precioso yacimiento de recursos
para trabajar sus propios textos desde perspectivas originales. Por donde se lo
tome, Cómo leer literatura es uno de
esos libros que se agradecen para siempre, que dejan huella. Eagleton estudia
comienzos de diferentes obras, personajes, estilos, desmenuza el modernismo, el
posmodernismo, el romanticismo, da una clase magistral de interpretación de
textos y otra acerca de cómo se valora una obra. En cada página se respira su
amor por el lenguaje, no como mero hecho estético sino como experiencia
existencial. Solo los humanos leemos y escribimos, solo los humanos hemos
creado un lenguaje. Cuando leemos, no lo hacemos únicamente con los ojos, sino
con el cuerpo, con nuestra historia, con nuestros sentimientos. Para un lector presente
con todo su ser, en cada página se inaugura, en cierto modo, un nuevo capítulo
de su vida. Terry Eagleton, pensador comprometido y activo, explica por qué y
después de acceder a este ensayo, ya nunca leeremos igual. Leeremos mejor.