Crónicas de
la peste (1)
Elogio del miedo
Por Sergio
Sinay
El peor miedo es el miedo al miedo. Ocultarlo,
disfrazarlo, disimularlo. El miedo no es zonzo. Se presenta cuando hay algo que
lo dispara. Es una emoción natural, viene en nuestro kit de vida, junto con
todas las emociones. No hay que expulsarlo. Hay que escucharlo. Dice algo. En
primer lugar, dice: “Cuidate”. Cuidate de eso que enfrentás o que te enfrenta. Revisá
tus recursos. ¿Están a la altura de la situación? ¿Están actualizados? ¿Hay que
aumentarlos? ¿Hay que reforzarlos? Si los recursos están a la altura, seguimos
adelante. Si hay que actualizarlos o reforzarlos, nos tomamos un tiempo, nos preservamos
mientras los ponemos al día. Si no los tenemos, exploramos dónde o de quién
obtenerlos. Pedimos ayuda, enseñanza, orientación. Y si, pese a todo, no hay
manera de equiparar los recursos con la situación a enfrentar, nos retiramos. No
por cobardía, sino por inteligencia.
En todos los casos decimos “Gracias” al miedo. Le
agradecemos su aparición, sus preguntas, su mensaje. Ha cumplido su función. Cuidarnos.
Entonces se retira. Porque no podemos vivir con miedo. Pero tampoco sin él. Necesitamos
del miedo. No del que nos paraliza, sino del que nos actualiza, el que nos induce
a explorarnos. El que no nos saca de la vida, sino que nos estimula a vivirla con
inteligencia, con sabiduría, con aprendizaje.
Quien no tiene miedo no es valiente. Es inconsciente.
El verdadero valiente toma decisiones tras haber dialogado con el miedo. Y le
pide que no lo abandone. Que sea su permanente y cuidadoso compañero. El miedo
acepta ese lugar, pero con una condición. No ser confundido con la paranoia. Y tiene
razón. No lo merece. El miedo funcional aclara la mente, mejora las ideas. La paranoia
enceguece, crea confusión y falsos enemigos. Diseña fantasmas. Tengamos miedo. No
seamos paranoicos. El miedo es socio de la razón. La paranoia destierra a la
razón. Nos deja sin uno de los mejores recursos de la condición humana.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarExcelente reflexión sobre la importancia del miedo , en momentos en los que la paranoia a menudo lo suplanta . Gracias , Sergio
ResponderBorrarGracias por esta reflexión!!!
ResponderBorrarCaminar de la mano con el miedo, sin que me.detenga, tal vez sólo para ir más lento. GRACIAS Sergio Sinay
ResponderBorrarEs una buena reflexión que aplica a todos los ámbitos de la vida
ResponderBorrargenial articulo
ResponderBorrarel miedo invita a la acción, la paranoia a la desesperación
ResponderBorrarOportuna reflexión!
ResponderBorrarGracias exelente reflexion .
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