Flores en
las piedras
Por Sergio Sinay
Hay mujeres que dignifican la política con valores y moral mientras otras adoptan lo peor de una masculinidad tóxica y depredadora.
A mi amigo Oscar Barrio, que
me inspiró la idea
Al menos cuatro
mujeres tienen un papel destacado en el destapado de las cloacas de la
corrupción kirchnerista. Son Lilita Carrió, Margarita Stolbizer, Mariana Zuvic
y Graciela Ocaña. Han corrido y corren riesgos, se enfrentan a una verdadera
banda de delincuentes cuyos siniestros tentáculos quedan más en evidencia cada
día, mientras quienes fueron cómplices por acción u omisión, quienes fueron
admiradores y seguidores, fanáticos y “militantes”, callan, mienten sobre su
pasado reciente, lo ocultan, o balbucean grotescas falacias explicativas. La
mafia K ha demostrado de muchas maneras y durante mucho tiempo todo aquello de
lo que es capaz y hasta dónde llega su falta de escrúpulos y su inmoralidad.
Esto vale desde la cúpula hasta la base, y no hay arquitecta egipcia que pueda
construir un refugio donde esconder el latrocinio obsceno que protagonizaron.
Las cuatro
mujeres nombradas llevan adelante su lucha desde hace muchos años, durante los
cuales soportaron desvalorizaciones, indiferencia, descalificaciones
abiertamente machistas, amenazas y concretos peligros físicos. Algo en ellas
recuerda a Las Troyanas, de Eurípides (uno de los padres de la tragedia griega,
ese género inmortal), a las integrantes del Batallón de la Muerte del ejército
ruso que, comandadas por María Bochkariova, dieron a sus colegas varones una
lección de integridad durante la Primera Guerra inmolándose por sus ideales, a
Juana Azurduy, que luchó en el Alto Perú por la independencia americana, y a
tantas otras que la memoria posterga u olvida mientras glorifica hazañas
masculinas.
Cuando las
mujeres enarbolan las banderas de la justicia, de la decencia, de la paz, de la
moral lo hacen sin retorno, seguramente con miedo (cómo no tenerlo en un mundo
atravesado por la violencia artera y devastadora) y también con un enorme
coraje espiritual. Una mujer lanzada a esas batallas no se quiebra, no
traiciona, no concede. No puede hacerlo, porque sus luchas, siempre en
desventaja, se dan en territorios que han sido regidos por los hombres y por sus
leyes de impiedad, de devastación, de manipulación. Mujeres así cambian la
política, la ennoblecen, la enriquecen, la limpian. No se trata de que no haya
en esos campos hombres dignos, los hay, pero no marcan la tendencia, son
también ellos descalificados, repelidos por el establishment hegemónico. A esos hombres, estas mujeres los
potencian. Y a estas mujeres, esos hombres las celebran. Juntos pueden integrar
la fuerza de lo femenino con la sensibilidad de lo masculino.
Así como esas
mujeres dignifican la política y la amamantan con valores y esperanza, hay
otras que la ensucian, la corrompen, la envilecen poniéndose a la altura de lo
peor de una masculinidad rancia y tóxica, pero vigente y todavía hegemónica.
Esas mujeres tienen nombre también: se llaman Cristina Fernández, Dilma Roussef,
Diana Conti, Nilda Garré o Margaret Tatcher, por nombrar unos pocos ejemplos.
Ellas dañan a la sociedad en su conjunto, pero, peor, dañan a las mujeres que
traen luces y aires mejores, porque dan a los machistas de siempre (entre los
cuales militan muchas mujeres) el pasto que les permite fortalecer sus oscuros
dogmas y prejuicios. Así es que antes de juzgar livianamente a Carrió,
Stolbitzer, Zuvic, Ocaña y otras como ellas deberíamos preguntarnos si no hay
algo que tenemos que agradecerles y si no hay algo en lo que podemos imitarlas
para que no sean heroínas solitarias.
Un digno y merecido reconocimiento a estas cuatro HEROÍNAS ARGENTINAS...Emotivo y extremecedor análisis de Sergio Sinay... Como uruguayo quiero mucho a mis hermanos argentinos..especialmente a aquellos como Sinay...o como estas 4 valientes mujeres o como a aquellos millones que en las ultimas elecciones lograron vencer a toda la maquinaria estatal puesta al servicio de la impunidad..la. violencia y la mentira..todos Uds. honran con su proceder y con su valentía las estrofas de su hermoso himno nacional..Al gran pueblo argentino salud.
ResponderBorrarUn digno y merecido reconocimiento a estas cuatro HEROÍNAS ARGENTINAS...Emotivo y extremecedor análisis de Sergio Sinay... Como uruguayo quiero mucho a mis hermanos argentinos..especialmente a aquellos como Sinay...o como estas 4 valientes mujeres o como a aquellos millones que en las ultimas elecciones lograron vencer a toda la maquinaria estatal puesta al servicio de la impunidad..la. violencia y la mentira..todos Uds. honran con su proceder y con su valentía las estrofas de su hermoso himno nacional..Al gran pueblo argentino salud.
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